Un pequeño aviso que no deberia tomarse en cuenta

Miren, con este blog no busco tener demasiadas visitas, motivo por el cual escribire lo que me salga de las narices; si en algún momento falto al respeto a algo que respetes ni modo, no es mi intención primordial hacerlo, sino el de ejercer mi derecho a la libre expresión.

También espero que si lo visitas y estas leyendo esto tengas en mente que pondré cosas que algunos encuentres de mal gusto.
Sabiendo esto, sabrás si sigues aqui o no.

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sábado, 7 de julio de 2012

Divide y vencerás...

“Divide y vencerás” reza el viejo lema, del cual dado su antigüedad no se le atribuye a algún personaje; tras largos meses de campaña electoral se ha “decidido” quien a de ser el nuevo presidente de México. Aún así resulta que existió fraude del cual me reservo de momento a hablar de el dado el hecho de que siempre lo ha habido pero ahora es cuando han decidido alzar la voz. El problema que veo es que se me ha juzgado por anular mi voto, desde mi punto de vista para mi era lo más correcto ya que ningún candidato era lo realmente “bueno” para mi, de los 4 no se hace ninguno.
Lo que me lleva a que durante las elecciones los 4 personajes que parecieran haber sido sacados de la más infame caricatura se dedicaron a desprestigiarse los unos a los otros, que si yo te saco mi “Atenco” pues ahí te va mi “guerra contra el narco” ¿A sí? Pues toma mi “Guardería ABC” ¿Con qué sacaste tu “Gordillo”? toma mi “Niño Verde”; así entre “Paulettes” “Complots” “Guerras sucias” “Plantones” “Salinas” y movimientos “Revolucionarios” se fue gestando esta gran división que se puede palmar en el aire, ver en las redes sociales, con “ingeniosos” memes, fotos, lemas estupidos y estériles.

Ya en este momento unos cuantos habrán dejado de leer con cierta atención y objetividad lo que trato de expresar, ya que estarán ocupados pensando que me importa un carajo su “lucha” (y que ciertamente no están muy alejados de la verdad) pero no me importa su lucha ya que pareciera (o eso veo yo) que de un equipo de fútbol se tratara; siguen defendiendo el hecho de que no ganó quien ellos querían; ya me dijeron que no es por eso sino por la imposición; pero de haber ganado algún otro candidato seguramente los seguidores  de los otros sentirían que el ganador fue impuesto. Un completo bucle de insensatez.

Muy en el fondo no  nos importa quién gano, para fines prácticos tenemos 3 naciones, tenemos el PRIncipado al que no nos cansaremos de tirar mierda, la República amorosa a quien tacharemos de nacos, jodidos y locos y tenemos a unos mochos que perdieron un país a causa de un imbécil, un ebrio y una candidata cuyo uno “don” era el de tener útero.
Qué repinche risa. I am Pagliacci, dijo el Rorschach aquél.



Tengo una tesis sumamente lebertaria en la que el trabajo duro y el esfuerzo personal te da el éxito. Se me señala con el dedo por mi forma individualista de buscar el éxito o la satisfacción. El punto es que no quiero que el gobierno me regale nada, pero tampoco que me ate las manos cuando quiero conseguir algo. ¿La repartición equitativa de la riqueza? Suena bastante bien en la teoría pero poco efectiva en la práctica. Al menos en una nación inculta y corrupta como la nuestra. Me queda claro que muchos de ustedes no lo son, pero no así todos.

No quiero escuchar más salidas sencillas simplistas como la de Salinas-Azcárraga-El Chapo-Peje. Los que tienen la sartén por el mango aprovecharon que se les fue ofrecida sin poner oposición. Lo más seguro es que el problema es que nos gusta buscar a quién a culpar, buscar el villano de la novela a quien achacarle nuestros problemas, porque somos nosotros los “bueno”.

Les gusta que nos enemistemos con pequeñas estupideces Es más fácil desgastarnos en pleitos infructuosos por que lo que realmente vale la pena cuesta trabajo.

“El trabajo fecundo y creador”. Me fascina esa frase. Ennoblece. La veo reflejada en mis abuelos, en mi madre. Ellos, al hacerle honor a ese concepto, me han legado un futuro, por negro que parezca, porque ningún régimen, ninguna dictadura transparente, ningún presidente, ningún espurio, ningún caudillo, ningún mercachifle JAMÁS logró desanimarlos de hacer algo que deberíamos hacer por condición humana de sobrevivir, de imponer nuestro bienestar por encima de los obstáculos. A ellos les debo esta claridad que ahora busco convertir en mi mantra.

Salgo adelante con mi trabajo. Soy muy bueno en lo que hago, lo trato de ser siempre. Mis grandes tropiezos mi heridas más profundas y dolorosas no es culpa de terceros me las he buscado yo solo y así me las tuve que tragar una a una.

Ahora resulta más claro ver que en el rostro de quién nos divide se refleja el nuestro, al menos ahora se contra quien debo pelear.

A trabajar.